Fotografía

El sencillo camino de la contemplación


«Después de leer poemas de Meng Hao-Jan salgo de noche al jardín y veo el sencillo camino de un caracol que se interna entre las plantas»

Andrés González

Ese sencillísimo poema de Andrés González me despertó bastantes cosas en la cabeza, pocas líneas alcanzaron para mover un engranaje mental y devolverme las ganas de escribir y mirar con mi cámara lo que me rodea.

Para muchas personas leer ese poema puede ser una experiencia irrelevante o aburrida, para su autor debió ser un momento de iluminación, sin ser un monje que dedicó toda su vida a meditar a la sombra de un árbol mientras escribía esas palabras fue un ser iluminado. Por unos instantes se convirtió en un Buda, se levantó de su escritorio, fue a su jardín, realizó otras actividades y al despertar volvió a ser Andrés Gonzalez, un Andrés como tú y yo.

Esa experiencia se la dio leer a otros iluminados como Meng Hao-Jan y la contemplación de ver las cosas como son, prestar atención para darse cuenta del milagro que es el camino de un caracol.

Una persona común (que dedica su tiempo a cosas de adultos serios como obtener dinero, reconocimiento, consumir incansablemente y llenar todos los espacios de ocio con productividad o scrolleando el abismo de las apps) vería como un disparate tomarse el tiempo de ver el lento recorrido de un caracol. Pero alguien con pequeños destellos de iluminación, con algo que llaman mente de principiante (de la que los niños son expertos) de inmediato y gracias al asombro de lo cotidiano sentiría gratificante darse el tiempo para dicha actividad.

En una Selección de poetas japoneses menores de 12 años aparece un Haikú que me vuela la cabeza por su simpleza y perfección escrita por alguien que al momento de plasmarlo tenía 6 años:

«El camino

que recorrió el caracol

está brillando»

Los niños y los iluminados nos enseñan el sencillo camino de la contemplación: maravillarnos con lo cotidiano, prestar atención con ojos nuevos, la vía para siempre hacer fotografías que resulten satisfactorias no está en viajar al otro lado del mundo sino en ver los milagros de todos los días.

Fotografía Digital. Tres pájaros teniendo una conversación muy importante.
Fotografía Digital de los vecinos viniendo a visitar la huerta.

Fotografía Digital de los nuevos vecinos.
Fotografía Digital. La Luna llena en un granero.

Fotografía Digital. Un Colibrí alzando su pico.
Fotografía Digital captando una mirada de complicidad de un gallo y una pava que desde pequeños se han cuidado, diario duermen juntos y siempre están cerca.
Fotografía Digital
Fotografía Digital. El rocío que le dio ojos y mirada a un simple trébol del huerto.

Fotografía Digital. Un Visitante en las calabazas.

Fotografía Digital. El Aterrizaje de un ave en las espigas de maíz.
Fotografía Digital. Una ninfa de grillo posada en una guía de calabaza.
Fotografía Digital. La vía láctea y un árbol que refleja la luz de mi hogar.

Cúmulo de contradicciones. Aprendí a andar en bicicleta a los 23 años. Tengo un burro de mascota. Aficionado al café, las montañas, la naturaleza, la cerveza y la lectura. Hago fotografías cada que puedo.

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