Incendios Cotidianos o el valor de las cosas inutiles
El café, la comida, el acto de fotografiar […] todo sabe distinto desde cómo nos contamos que somos (soy un fracaso vs. me siento cómodo con lo que hago). Es fácil caer en el «¿para qué hago las cosas si aquel/aquella con <> tiene <<más>> seguidores?» Todos somos los grandes críticos de los otros: no dejamos desapercibida ni una sola falla en la otredad, pero si es que llegamos a enfocar la vista hacia nosotros nos tendemos de bruces por un punto ciego.
El efecto redes sociales y sus «medidores» de audiencia nos hacen ver al otro más feliz, más exitoso de lo que es y a consumirnos la motivación y la autoestima.
En semanas anteriores apoyando a la compañera de mi vida en un proyecto de productos sustentables me di a la tarea de cortar botellas de vidrio, limarlas hasta el punto en el que pudieras pasar los dedos por los bordes sin cortarte para hacer velas de cera de soya. Al improvisar la herramienta el proceso fue lento pero en ello hubo algo que llamo «Incendio Cotidiano» en donde la circunstancia te orilla a un proceso de cambio, lo quieras o no. Pensar en hacer las cosas sin tener una utilidad clara, sin obtener algo a cambio, por mero disfrute y sin pensar en la recompensa se ha vuelto uno de los motores más fuertes para crecer como persona y como profesional. Un pequeño incendio para hacer más fértil la existencia.
Pocas cosas me acallan tanto la mente y su trajín de dudas que hacer fotos (el tortuoso ejercicio de escribir una vez por semana no es nada recomendable, pero siempre hay que luchar contra uno mismo y tomar la cámara y/0 enfrentarse a la hoja en blanco).
3 Comentarios
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Xavi
Hola Iram, felicidades por el blog, realmente es muy inspirador y muy afín a mi manera de ver la fotografía y la vida. Te sigo leyendo 🙂
Iram Ortega
¡Muchas gracias por tomarte el tiempo!