Fotografía

La hierba crece sola

«Siéntate en silencio, no hagas nada.
Viene la primavera, y la hierba crece sola»
— Zenni Kushu

Lamentablemente hay muchas personas que deciden seguir o dejar de hacer una actividad que los llena orquestados por la absurda e irregular música de los aplausos (o su ausencia).

Si nadie los lee, los escucha o los ve destrozan su impulso creativo para tratar de cazar reconocimiento en otras areas, de personas pasan a convertirse en moscas dispuestas a morir de un aplauso, olisqueando y devorando el desecho humano.

Si no esperamos dinero, se espera reconocimiento, el hacer por hacer no tiene cabida en éste mundo capitalista y de mendigos de la atención ajena.

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por el simple hecho de hacerlo?

Un joven se paseaba por el mercado cuando se encontró con un monje que estaba examinando el tenderete de un comerciante. Como él estaba interesado en el zen, le pidió que se quedara para discutir. El monje le respondió que no era posible, puesto que era cocinero.

Lo siento, pero estoy obligado a regresar al monasterio tan pronto como termine las compras. De lo contrario, la comida no estará lista a tiempo. Y, de todos modos, no tengo permiso para quedarme.
El joven trató de disuadirle de que se fuese.

¿Para qué trabajar tan duramente cocinando? ¿No sería mejor meditar y estudiar los kóans y discutir sobre ellos?
El monje se echó a reír.

Joven, parece ignorar el verdadero significado del zen.

¡Ah! Y cuál es el verdadero significado del zen? -preguntó ingenuamente el joven.

Hacer la comida -respondió el monje.
Y se alejó.

El gran secreto del zen (que está a la vista de todos) es comer cuando se come, dormir cuando se duerme, fotografiar cuando se fotografía, es decir: estar en el presente.
Puede sonar absurdo y reduccionista pero es tan simple como eso. Mucha gente revisa el celular mientras come, se angustia a la hora de dormir, piensa en qué dirán los demás cuando toma una cámara fotográfica y empieza a disparar. Se deja de estar en el presente.

La técnica, el estilo, el talento y nada relacionado con la práctica fotográfica crece con los aplausos, la hierba crece sola y la capacidad fotográfica sólo crece con la práctica, hacer las cosas estando presente.

Durante siglos la ceremonia del té se ha ido sofisticando, cientos de reglas y etiquetas se le han ido adhiriendo a ésta práctica. Un ritual simple que se ha ido intrincando por la mente humana. Uno de los grandes maestros de ésta ceremonia, el célebre Rikyu recordaba:

El té no es otra cosa que esto:
Haces hervir el agua
Haces infundir el té
Y te lo bebes…
Es todo cuanto hay que saber.

No hay más secreto: cuando hagas fotos haz fotos sin esperar reconocimiento, no trasladar la práctica al futuro o al pasado. Vivir en el presente.

La hierba sólo necesita las condiciones naturales para crecer, no nace del reconocimiento humano ni de la fanfarria.

Doble exposición en film de 35mm (sin manipulación digital)
Doble exposición en film de 35mm (sin manipulación digital)
Doble exposición en film de 35mm (sin manipulación digital)
Doble exposición en film de 35mm (sin manipulación digital)

Cúmulo de contradicciones. Aprendí a andar en bicicleta a los 23 años. Tengo un burro de mascota. Aficionado al café, las montañas, la naturaleza, la cerveza y la lectura. Hago fotografías cada que puedo.

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