Fotografía

Como ser un fotógrafo(a)

Las sugerencias de Google son tanto hilarantes como absurdas, la razón es que las personas que usan el motor de búsqueda son un tanto hilarantes como absurdas; tal como lo dijo Jorge Drexler: «la máquina la hace el hombre y es lo que el hombre hace con ella».

Lo recordé porque recién me hicieron la gran pregunta, esa qué siempre va acompañada con otro cuestionamiento igual de absurdo «¿Qué cámara me recomiendas?» y su eterno compañero: «¿Cómo ser un fotógrafo?».

La respuesta sencilla es: alguien que se apasiona por el medio, por sus temas y por mostrarlos de una manera propia y única.

Muchos dirán que como el capital impera en ésta sociedad quién merece la ansiada medalla de «el fotógrafo de verdad» es quién obtiene dinero por hacerlo, pero en esencia es igual de absurdo que buscar en Google «cómo ser un fotógrafo famoso» u «exitoso».

Mi respuesta a la dichosa pregunta siempre es: busca el poema de Wendell Berry llamado «como ser un poeta» y NUNCA busques en google «como ser un poeta» sin el autor después.

CÓMO SER POETA

(recordatorio a mí mismo)

I

Busca dónde sentarte.

Siéntate. Estate callado.

Vas a necesitar el afecto,

las lecturas, el conocimiento,

la destreza (de todo esto,

más de lo que tienes), la inspiración,

el trabajo, hacerte viejo, la paciencia,

pues la paciencia une al tiempo

y a la eternidad. Si hay lectores

a quienes gusten tus poemas,

duda de su juicio.

II

Respira con respiración incondicional

el aire incondicionado.

Apártate de los cables eléctricos.

Comunica despacio. Vive

una vida tridimensional;

Aléjate de las pantallas.

Aléjate de todo

lo que oscurece el lugar donde está;

solo hay lugares sagrados

y lugares profanados.

III

Acepta lo que venga del silencio.

Haz de él lo mejor que puedas.

De las pequeñas palabras que vengan

del silencio, como oraciones

rezadas de vuelta al que las reza,

haz un poema que no perturbe

el silencio del que vino.

— Wendell Berry

Mis propias recomendaciones además de las de Wendell serían:

Lleva siempre tu cámara contigo y si es imposible o lo haz olvidado mira el mundo como si cargaras con ella (con asombro y expectación por encontrar algo bello o digno de encontrarse).

Aléjate de los spots turísticos y de los boletos de avión, lo extraordinario se encuentra en lo ordinario, tu entorno es lo que te hace distinto a los demás.

No pierdas el tiempo leyendo sobre gadgets ni nuevos equipos fotográficos, una novela o un libro de jardinería viene mejor.

Siembra unas semillas de cualquier flor y cuídalas hasta que marchiten, cultiva tu paciencia.

Cada que puedas observa el cielo. Solo un necio creería que el cielo siempre es el mismo.

Aunque te digan lo contrario el dinero no lo es todo: cubre tus necesidades básicas con cualquier otra actividad y dedica tu tiempo libre a hacer fotografías. Es absurdo que las personas quieran monetizar todas sus actividades.

Deja de ver «photographers» en Instagram y obsérvalos en libros y publicaciones especializadas, o mejor aún: bota tu celular y sal a hacer un par de fotografías.

Hazte el habito del zazen, es decir, meditar.

Obsesiónate con temas totalmente alejados de la fotografía, eso te hará mejor fotógrafo.

Presta atención a lo que te rodea, ningún atardecer es el mismo, ni ninguna planta es idéntica a otra de su misma especie.

Cúmulo de contradicciones. Aprendí a andar en bicicleta a los 23 años. Tengo un burro de mascota. Aficionado al café, las montañas, la naturaleza, la cerveza y la lectura. Hago fotografías cada que puedo.

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