Fotografía

Impresiones de un Don Nadie

<<Mientas visitaba el reino sureño de Liang, Bodhidharma fue invitado a una audiencia del Emperador Wu. El monarca explicó a Bodhidharma que había construido muchos templos, patrocinado la traducción de muchos textos y apoyado la ordenación de muchos monjes, todo lo cual se relacionaba en el budismo convencional con la obtención de méritos.
Entonces le pregunto el emperador al maestro indio «¿Cuanto mérito he acumulado?»,
-«Ninguno» respondió Bodhidharma. y explicó al monarca sobre la transitoriedad y vacuidad de los méritos.
Este quedó perplejo y volvió a preguntar, esta vez sobre como obtener entonces méritos genuinos.
Bodhidharma respondió : «El mérito genuino viene solo con la pureza y conciencia de la perfecta Iluminación, la cual solo es posible cuando tu mente y tu cuerpo se han calmado porque te has dado cuenta de que ellos también están vacíos de ninguna realidad»
El dialogo prosiguió y las respuestas del maestro budista desconcertaban cada vez más al Emperador, quien tal vez un poco harto increpó a Bodhidharma: «¿Quien está frente a mí?» a lo cual el invitado respondió :»No lo sé»>>

He hecho demasiadas barbaridades para que la gente me llamara fotógrafo: estudiar (y sobre todo pagarle a una escuela) para que un papel con mi nombre y foto lo dijera, comprar «todo lo necesario» para serlo como una cámara profesional, equipo de iluminación, ciclorama, lentes y un sin fin de herramientas. Por supuesto hace 10 años o más me pareció una gran idea hacerme unas tarjetas de presentación con la leyenda «fotógrafo profesional» para que la gente lo supiera. Por más de 8 años me dediqué a retratar bodas, eventos corporativos y demás convenciones sociales para ganar dinero por ello, aunque lo que realmente quería «ganar» era el pomposo título de FOTÓGRAFO ese que hay que ganarse de las maneras más diversas pero casi nunca haciendo fotografías.

La búsqueda de ese ostentoso título que tanto enfurece al gremio cuando un «simple amateur» se auto proclama como tal entorpeció por años mi obra personal: me llené de bodas y de reconocimiento y premios por mi trabajo, pero no era feliz.

Mientras los discos duros se llenaban de respaldos de más de 1,000 archivos por fin de semana, las fotos por disfrute las hacía cada vez menos, llegué al punto de vender todo mi equipo de fotografía química, cámaras, reveladores, charolas, ampliadoras, etc para adquirir lo último en el mercado fotográfico convencido de que lo primero ya no tenía futuro.

Hoy me considero todo menos fotógrafo y mi corazón y mente están tranquilos: nadie me dice cómo hacer mis fotos, no me adapto al mercado ni lo «que vende», no sucumbo ante lo «nuevo». Aquellos «méritos» que hacía para ganarme el ansiado mote no son más que atrasos.

No soy fotógrafo, soy lo que soy.

Doble exposición en film de 35mm sin manipulación digital

Doble exposición en film de 35mm sin manipulación digital
Doble exposición en film de 35mm sin manipulación digital

Cúmulo de contradicciones. Aprendí a andar en bicicleta a los 23 años. Tengo un burro de mascota. Aficionado al café, las montañas, la naturaleza, la cerveza y la lectura. Hago fotografías cada que puedo.

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