Fotografía

Cualquier Imbecil

La fotografía es un maravilloso descubrimiento, una ciencia que ha atraido a los grandes intelectos, un arte que emociona a las mentes más astutas — y una que puede ser practicada por cualquier imbecil.

— Nadar

Desde su invención la fotografía ha estado en lo que el fotógrafo decide importante: desde escenarios de grandes ciudades, bosques y montañas, eventos deportivos, familiares, conjunciones astronómicas, guerras y otras tragedias y también alegrías múltiples. Se muestra lo colectivo y lo privado, la fotografía no es la naturaleza retratándose a si misma sino el ser humano retratándose como tal, con su mirada y las limitaciones (buenas y malas) que eso atañe.

En éstos tiempos de incertidumbre y encierro la fotografía me ha servido como una brújula para no perder el camino. He hecho fotografías analógicas que no sé cuándo voy a revelar por incertidumbre económica y por la situación mundial. Hacer fotografías del mundo interior para estar entero en el exterior. Puede parecer mundano, superficial, pero es una balsa que mantiene a flote.

Ya he escrito acerca de fotografiar en situaciones de tragedia, sé que hay y habrá mucha gente que sienta necesidad de exponer gente con su lente (y ser fuente de contagio para los suyos y «ajenos») el absurdo afán de querer ser «el primero» en volar su dron en una ciudad vacía por las medidas de contingencia por el coronavirus. El ego de destacar en las situaciones adversas.

Un lápiz puede ser usado para escribir un manifiesto de odio, la lista de compras de pánico, un poema acerca de aves y flores que no leerá más que su creador o la próxima novela que sacudirá el mundillo literario.

Un lápiz lo puede tomar cualquier imbecil, un ciudadano promedio o u genio y eso no tiene nada que ver con el lápiz.

El ilusionista francés Jean Eugène Robert-Houdin usó la siguiente frase: “El mago es un actor que representa el papel de mago”. Cuentan que lo dijo para hacer notar la diferencia con el espectáculo de los malabaristas, equilibristas y demás fauna de los shows de aquella época.

Los fotógrafos como los magos ¿cómo representamos ese papel? ¿interpretamos el personaje de un idiota egoísta, un genio, o alguien comprometido con lo que retrata?

El lápiz o la cámara no tienen importancia, sino quién hace qué con las herramientas que dispone.

¿Qué somos, qué papel interpretamos con lápiz o cámara en mano?

Cúmulo de contradicciones. Aprendí a andar en bicicleta a los 23 años. Tengo un burro de mascota. Aficionado al café, las montañas, la naturaleza, la cerveza y la lectura. Hago fotografías cada que puedo.

Deja tu opinión o comentarios, me motiva leerte